...esa es la lectura más positiva que debo sacar del pasado Cto. de España de Duatlón. Antes de la carrera parecía que todo apuntaba a que sería mi mejor carrera desde que me tomo esto en serio, faltaban algunas mujeres importantes y por lo sucedido en Vitoria y mis tiempos, el podium estaba al alcance de mi mano. Así, empezó el primer diez mil, con la campeona y sub-campeona de Europa saliendo a mil, mi táctica era arriesgada, pero así lo decidimos antes de comenzar, les seguí, junto a Inmma Pereiro, pero en la segunda vuelta ví que era imposible, me sacaron de punto, factor decisivo al final, creo que por eso que dicen de la mala tolerancia al lactato. Al final Inma me sacó una buena ventaja, imposible de recuperar, y a Encinas y Herrero yo les metí minuto y pico. De momento parecía que iba bien la cosa, pero eso de quedarme en terreno de nadie... En la bici tuve las peores sensaciones de los últimos años, las piernas muy pesadas y en la segunda vuelta Herrero y Encinas me alcanzaron. Lo peor estaba por venir, no nos entendimos las tres y un gran pelotón nos cogió, empujadas por Rosa, ex-ciclista, pero no quedó ahí la cosa, en la última vuelta atacó y partió el grupo, mis piernas no respondían y me descolgué, me sentía muy mal. La última carrera fue un sufrimiento para mí, con mezcla de sensaciones negativas psicológicas y físicas, para acabar como novena española.
El sabor de boca de esta carrera ha sido muy amargo, pero estoy empezando y quiero ser positiva, aprender, para mejorar. Creo que fue arriesgado salir fuerte, pero a la vez valiente y me ha servido para saber hasta donde puedo llegar y sé que aun me queda más chispa dentro.
Ahora a pensar en la Copa de Europa de Pontevedra...
miércoles, 29 de abril de 2009
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